viernes, 14 de marzo de 2008

JULIACA, Capital de la región Independencia

JULIACA,
CAPITAL DE LA REGIÓN “INDEPENDENCIA”


Juliaca es la ciudad llamada a ser la abanderada del descentralismo regional y nacional. Nuestro esfuerzo debe estar centrado en lograr que la zona norte del departamento de Puno se constituya en una región autónoma, cuyo gobierno se constituya en una lección para que en lo futuro se instauren los estados federados en nuestra patria. Razones sobran, sólo faltan iniciativas sinceras y visionarias.

I. REGIONALISMO CENTRALISTA:
Para nadie es un secreto que una de las trabas para el desarrollo integral del país es el nocivo centralismo que niega a los pueblos del Perú Profundo el derecho al progreso. Esta enfermedad político-social no concibe que el progreso nacional es el resultado del avance material y espiritual mancomunado de todos los pueblos. El centralismo perjudicial vigente deforma el rostro humano del Perú y perfila desarrollos monstruosos.
Así como el centralismo nacional es perjudicial, lo es en mayor escala el centralismo regional. A pesar de que líricamente se combate el centralismo desde las regiones, este mal histórico se repite con mayor crueldad en algunas regiones como es el caso de Puno. Quienes gobernaron y gobiernan nuestro departamento o región, que casi siempre fueron grandes propietarios o defensores de la gran propiedad, lograron convertir a la ciudad de Puno en el bastión inexpugnable del centralismo regional, cuya élite política y burocrática chauvinista y resentida viene conjurando para que el desarrollo regional se oriente únicamente a favor de la capital regional y la zona sur, atentando así abiertamente a los intereses de los distritos y provincias de la zona norte, que a pesar de sus protestas son objeto de permanentes marginaciones.

II. ESPEJO RETROVISOR:
Las disputas entre las zonas norte y sur de nuestra región pueden remontarse a las luchas entre kollas y lupacas, cuando cada uno de ellos buscaba su desarrollo autónomo; durante el inkario tuvieron que aliarse las huestes de Qari (Chucuito) e inkas para sojuzgar a los actuales territorios de San Román, Azángaro, Lampa y Melgar. En la Colonia, entre 1666 y 1668 los hermanos Salcedo, luego de ser expulsados del asiento minero de Laykakota, se establecieron en Juliaca y desde aquí gestaron un movimiento de autonomía regional en contra del dominio hispano. Asimismo, durante la sublevación de Túpac Amaru, fueron los rebeldes Pedro Vilcapaza, Juan Cahuapaza, Andrés Ingaricona, Nicolás Sanca, Blas Pacoricona, Juan Mamani, entre otros, quienes supieron mantener la llama revolucionaria, cuando la ciudad de Puno era la sede del gobierno procolonialista.
En la República el descontento contra el centralismo fue permanente. Un mecanismo de defensa contra el agobiante centralismo fue la creación de nuevas provincias y distritos, los cuales se convirtieron en temas predilectos de cuanto político enarboló la descentralización. En 1854, cuando Juliaca fue arrebatado de la provincia de Lampa, para ser incorporada a la provincia de Puno, la protesta fue multánime, inclusive este descontento fue asumido por el mismo Juan Bustamante quien el 16 de enero de 1856 suscribió una petición de reincorporación ante la Convención Nacional que concluía diciendo: “Que el distrito de Juliaca quede separado de la provincia del Cercado de Puno y sea restituido a la de Lampa a que perteneció desde su origen.”
A comienzos del siglo XX Juliaca sorpresivamente emergió como la capital económica del altiplano, con un nuevo paisaje urbano y una población visionaria, que descontento con el trato que recibía de las autoridades de Puno enarboló la idea de provincializar a Juliaca. Esta situación permitió que el 3 de octubre de 1908 se emitiera la Ley N° 757 por la cual Juliaca recibió el Título de Ciudad, y fueron los hombres como Mariano E. Núñez, Mariano H. Cornejo, Luis Felipe Luna, Pedro José de Noriega, entre otros quienes luego de arduas gestiones, conatos verbales y polémicas memorables, lograron la creación de la provincia de San Román un memorable 6 de setiembre de 1926 e inaugurado un 24 de octubre de aquel año.

III. REDIMIENDO EL “PROYECTO INDEPENDENCIA”:
El surgimiento de esta nueva provincia fue un gesto reivindicacionista y un duro golpe al centralismo regional que se expresó en el “Proyecto Independencia” del Dr. Mariano H. Cornejo Centeno en octubre de 1911. Por su valor histórico transcribimos el texto de este documento:

PROYECTO DE LEY PIDIENDO LA CREACIÓN DE LA PROVINCIA DE INDEPENDENCIA

El Senador que suscribe, presenta el siguiente proyecto de ley.
CONSIDERANDO:
Que el distrito de Juliaca reúne las condiciones para ser el núcleo de una nueva provincia, según resulta de los informes emitidos por la Sociedad Geográfica y el Gobierno.
Ha dado la ley siguiente:
Artículo 1º.- Créase una nueva provincia en el Departamento de Puno, cuya capital será el pueblo de Juliaca, compuesta de los distritos de Juliaca, Caracoto, Coata y Cabana, hoy pertenecientes al Cercado de Puno, el de Pusi perteneciente a Huancané y el de Caminaca de la provincia de Azángaro. Esta llevará el nombre de Independencia.
Artículo 2º.- La actual comisaría de Juliaca será elevada a categoría de Subprefectura; uno de los diputados que hoy da el Cercado de Puno, será elegido para la nueva provincia, y asumido uno de los jueces de primera instancia del Cercado de Puno pasará también a la provincia de Independencia.

Lima, 25 de octubre de 1911.
(Firmado) M. H. CORNEJO.

IV. UN SUCESO DESCENTRALISTA:
Ya como capital de provincia, el progreso de Juliaca fue un atentado al centralismo regional, que se negó a atender las necesidades no sólo de esta ciudad sino de toda la parte norte del departamento, que apoyaba el despegue económico, industrial y cultural de Juliaca.
Los funcionarios de Puno, no pudieron esconder sus intenciones de favoritismo hacia la capital departamental y su desdén para con Juliaca; esta práctica chauvinista se manifestó de múltiples maneras, sino, veamos algunos ejemplos que ilustran la controversia e irritación social de 1963 a 1965:
· La Corpuno impidió que en Juliaca se instale un Parque Industrial, a pesar de que los estudios realizados por organismos nacionales e internacionales lo señalaron como lugar adecuado.
· Pusieron mil obstáculos para que el Aeropuerto de Juliaca fracase y se pretendía instalar uno, allí donde técnicamente era imposible.
· Se pretendió construir la carretera Puno-Cabanillas, para su posterior asfaltado, cuando ya existía uno que pasaba por Juliaca.
· Existía una abierta oposición a que en Juliaca funcione Cooperación Popular.
· Se pusieron obstáculos para que en Juliaca funcione una Filial de la UNSA de Arequipa.
· Negaron presupuestos para la ampliación y mejoramiento de los servicios de agua potable, desagüe y electricidad, así como para la construcción y culminación del camal, mercado y hospital, entre otros.

Pero los juliaqueños de aquel entonces, a través de la Sra. Naty Soto un 11 de mayo de 1964, lanzaron la idea separatista de crear un nuevo departamento con su capital Juliaca; lo cual atizó la ira del centralismo puneño que culminó con los memorables sucesos del 4 de noviembre de 1965, el mismo que no es sino un movimiento cívico de lucha por el adelanto de los pueblos frenados en su progreso por el nocivo centralismo puneño, que confunde la grandeza de la región Puno con la ciudad capital.

V. UNA NUEVA REGIÓN, ES LA SOLUCIÓN:
Nuestra historia es pródiga en lecciones que ilustran que el progreso de los pueblos es producto de iniciativas audaces e innovadoras, y para beneplácito nuestro, las metas que nos hemos propuesto generalmente se han coronado con éxito. Por ello, si queremos librarnos del yugo que nos ata al atraso y la marginación, tenemos que luchar por hacer de Juliaca y la zona norte del departamento un núcleo de prosperidad autónomo. Es hora de que los proyectos regionalistas empiecen a caminar, primero dando ejemplo de lucha contra el centralismo regional, y luego demostrar que se puede gobernar una región sin mezquindad, pensando en el progreso del Perú a partir de los desarrollos regionales, y así echar las bases de un Estado Confederado que apoye a los que más trabajan y tienen menos.
Proponemos que Juliaca sea la capital de la Región Independencia en homenaje al Dr. Mariano H. Cornejo y a quienes lucharon contra el centralismo regional.