jueves, 16 de febrero de 2012

CARNAVAL CALCETERO

Por: HUGO APAZA QUISPE



Samuel Álvarez Enríquez no es un poeta y escritor nuevo, su trajín intelectual se remonta a la década de los 70 del siglo pasado. Transita con solvencia por los senderos de la poesía, el ensayo y la narrativa. En sus obras se observa al militante de la desalienación y al beligerante por el cambio social, en cuyas cúspides se encuentran la reivindicación de los valores ancestrales y la consolidación de la identidad cultural. Una muestra de estos últimos trabajos de investigación es el presente texto titulado “Carnaval juliaqueño”, que teniéndolo en manos ya nos hace escuchar los sones de siglos homenajeando a la pachamama.
La palabra folklore tiene la misma connotación que la voz historia, puesto que “historia” tiene dos acepciones generales, una como hecho social irreversible y otra como investigación o conocimiento que describe a los sucesos ocurridos. Lo mismo ocurre con el vocablo “folklore”, es decir que hace referencia a lo que real y objetivamente ocurre en los pueblos y los estudios de los mismos. Esta diferenciación es evidente en la presente obra que contiene un preámbulo conceptual en donde su autor entiende al folklore como el saber del pueblo, como una ciencia, un arte, una técnica y un oficio.
En la actualidad al folklore se le está reduciendo a costumbres anticuadas y anacrónicas, lo cual es un error, tampoco se puede reducir a los carnavales únicamente a las danzas y a la música. Nuestra realidad folklórica es un enorme potencial que fortalece nuestro sentido de pertenencia.
Los carnavales son parte del folklore, y la riqueza folklórica es una creación colectiva milenaria cuyo vigor en muchos casos está vigente, y se la puede sentir todos los días del año y en todos los escenarios sociales. En el caso de Juliaca el carnaval tiene dos momentos, uno consuetudinario y otro de carácter competitivo. Este último es la que se viene imponiendo y se le está convirtiendo en paquete turístico. Pero, ¿Cuántos saben que el día del carnaval es el domingo de quincuagésima más el lunes y martes siguientes antes del miércoles de ceniza que es el primer día de los ayunos cuaresmales? La cuaresma tiene un profundo significado para el mundo católico, pero en nuestro medio los carnavales oficiales (concursos) se inician cuando en realidad debiera culminar. Así observamos que los carnavales calceteros también son subversivos.
Esta obra está escrita con sentimiento terrígeno y se constituye en una ofrenda noble a José María Arguedas en su centenario, debido a que se describen las diversas formas de presentación carnaválica reivindicando a la kashwa a la que se la encumbra como danza de origen guerrero y agropastoril. Su autor dice que “El carnaval en Juliaca y el Ande se inicia el día 20 de enero…al son de toqoros y prinkillos”. Se describe el taripacuy, el ño carnavalón, a los machuaycahas y chiñipilcos, los rituales previos y otros, sin dejar de mencionar a los juegos, las danzas, coreografías, trajes, instituciones artísticas y los concursos que deslumbran.
Este esfuerzo de revaloración cultural es una muestra que nuestro folklore está en pleno vigor y que tiene al artista Samuel Álvarez Enríquez como uno de los vigías que estudia y defiende los valores ancestrales que desafía el tiempo.


16-II-2011

"PRESENTACIÓN" DEL LIBRO “EL CARNAVAL JULIAQUEÑO” DE SAMUEL ÁLVAREZ ENRÍQUEZ

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